El déficit de profesionales bioinformáticos es el tema recurrente en todo análisis de las necesidades de la investigación biomédica actual[1]. Los bioinformáticos son profesionales muy buscados, pues su talento es tan valioso como escaso, siendo un perfil profesional con un amplio abanico de ofertas de trabajo de alta cualificación[2]: empresas biotecnológicas, compañías start-up, laboratorios farmacéuticos, químicos o de biocomputación, así como en departamentos de investigación de hospitales, en el sector alimentario y, sobre todo, en el análisis de datos genéticos y genómicos.
Las áreas donde más necesaria es la capacidad bioinformática son la genómica, la medicina preventiva, el desarrollo de nuevos fármacos, los diagnósticos clínicos, la industria alimentaria y la investigación biomédica en general.
En el siguiente enlace te mostramos las principales áreas de investigación donde se aplica la bioinformática.
[1] Gewin, V. 2011. Nature 478, 143-145
[2] Vacantes en bioinformática
